El gobierno de Estados Unidos ha puesto en marcha los nuevos aranceles promovidos por el expresidente Donald Trump, después de meses de advertencias. Estas tarifas afectan a una amplia gama de productos provenientes de diversos países, intensificando las ya tensas relaciones en el comercio internacional. La medida se aplica en un esfuerzo por proteger la industria nacional y reducir el déficit comercial, aunque ha generado preocupaciones sobre posibles represalias y el impacto negativo en el comercio global.
La implementación de estos aranceles ha suscitado críticas tanto a nivel nacional como internacional. Economistas y líderes mundiales advierten sobre las repercusiones en las cadenas de suministro y el aumento de costos para consumidores y empresas estadounidenses. Además, varios países han comenzado a considerar medidas de represalia, lo que podría desencadenar una guerra comercial de mayor escala. La decisión de Trump marca un nuevo capítulo en la política comercial de Estados Unidos, que podría tener amplias implicaciones a largo plazo para la economía mundial.
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