En los últimos meses, ha habido un aumento significativo en el número de usuarios de la parada de Metro de Cuatro Vientos, que ha pasado de 8,000 a 25,000. Este incremento ha sido bien recibido por las autoridades locales, que lo ven como un indicativo del éxito de las mejoras en el sistema de transporte público. Sin embargo, el aumento de pasajeros ha traído consigo desafíos adicionales, como la gestión del flujo de personas en las horas punta y la necesidad de mejorar las instalaciones para ofrecer un servicio adecuado a la creciente demanda. El crecimiento en el uso de esta parada coincide con la implementación de cambios en la infraestructura circundante, diseñada para fomentar el uso del transporte público en la capital.
Mientras tanto, algunos usuarios de vehículos privados han expresado su descontento con los cambios en las vías de tráfico, específicamente con la incorporación de nuevos carriles bus. Se quejan de que estos carriles, destinados a facilitar el acceso y la circulación de autobuses, han contribuido a la congestión en zonas clave, obstaculizando el flujo regular de automóviles durante las horas pico. Las autoridades insisten en que las transformaciones son parte de un plan a largo plazo para reducir las emisiones contaminantes y alentar el uso del transporte masivo, pero la implementación ha suscitado un fervoroso debate sobre la eficacia de estas medidas y el impacto inmediato en los desplazamientos diarios de los ciudadanos.
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