El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha afirmado en su red social que Coca-Cola aceptó su solicitud de cambiar el endulzante de su bebida tradicional en el país, reemplazando el sirope de maíz por azúcar de caña. Este cambio, sin embargo, no afectaría a su versión favorita, la Coca-Cola light, conocida por no contener azúcar. Aunque la compañía aún no confirma oficialmente el cambio, un portavoz expresó que pronto se compartirán más detalles. Esta iniciativa es parte de un esfuerzo más amplio del Gabinete de Trump, con el secretario de Salud, Robert F. Kennedy Jr., al mando, para combatir los edulcorantes y colorantes artificiales. La decisión tiene implicaciones económicas, ya que el sector agrícola del maíz puede verse afectado.
Por otro lado, Coca-Cola ha cultivado una relación amistosa con el presidente, un gesto destacado con la entrega de una edición especial de Coca-Cola light con motivo de su investidura presidencial. En el ámbito empresarial, tanto Coca-Cola como Pepsi-Cola han apoyado públicamente las políticas de Trump en anuncios en destacados periódicos, exaltando su compromiso con la manufactura y los trabajadores estadounidenses. Esta alianza entre el presidente y el sector de bebidas busca destacar el fortalecimiento de la industria nacional, promoviendo productos fabricados en el país. Entretanto, la idea de sustituir el sirope de maíz por azúcar de caña ha sido debatida, con voces del sector agrícola advirtiendo sobre posibles impactos negativos en empleos y producción local.
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