El puerto de Long Beach, uno de los principales nodos comerciales de Estados Unidos, fue escenario de un serio incidente el martes, cuando más de 60 contenedores se precipitaron al agua desde un buque de carga llamado Mississippi. Este buque, que transportaba una variada carga de mercancías, incluyendo ropa y productos electrónicos, llegó al puerto tras zarpar el 26 de agosto desde Yantian, China. Aunque no se reportaron heridos, el accidente provocó la suspensión temporal de las operaciones de descarga en la terminal de contenedores Pier G, lo que generó inquietud entre minoristas que podrían haber perdido importantes envíos.
Los funcionarios del puerto informaron que el incidente ocurrió durante la descarga, cuando las tripulaciones comenzaron a soltar las correas que aseguraban los contenedores. Esto desencadenó un efecto dominó que llevó a que varios contenedores cayeran al agua. Algunos de ellos impactaron sobre el STAX 2, un buque anticontaminación atracado junto al Mississippi. Se estima que un contenedor vacío puede pesar entre 2 y 4 toneladas métricas, lo que añade preocupación sobre el impacto en las operaciones portuarias y la seguridad en la zona.
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