El Ayuntamiento de Madrid, encabezado por José Luis Martínez-Almeida, ha anunciado una nueva reducción del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), lo que representará un ahorro de 31 millones de euros para los madrileños. Esta medida se implementa en un esfuerzo por compensar el denominado «basurazo de Sánchez», llevado a cabo por el Gobierno central, y beneficiará a los contribuyentes con una reducción del tipo del 0,442% al 0,428%. El alcalde ha reiterado su compromiso de seguir disminuyendo este impuesto durante su legislatura hasta alcanzar el tipo mínimo legal del 0,4%. A pesar de estas reducciones, el Ayuntamiento deberá aprobar la ordenanza fiscal que regula la controvertida tasa de residuos, denominada critícamente como «sanchazo», que se calcula en función del valor catastral y los residuos generados por cada vivienda.
Acompañando a esta política fiscal, Madrid enfrenta un panorama complicado con una pérdida adicional de 200 millones de euros derivada de una sentencia del Tribunal Constitucional sobre el impuesto de plusvalía. Sin embargo, la administración local ha manifestado su desacuerdo con las medidas fiscales impuestas por el gobierno central y afirma que el ahorro generado por la bajada del IBI casi compensará el impacto del «tasazo». La implementación de esta tasa se retrasará al máximo legal posible, fijándose como fecha límite el 10 de abril del próximo año. Además, se ha introducido un descuento en la nueva tasa para familias numerosas, similar al del IBI, y se establece que los garajes, trasteros asociados a viviendas, y terrenos o edificaciones en ruinas quedarán exentos del pago, al no generar residuos. Los recibos anuales promedios se estiman en 141 euros para viviendas y 310 euros para inmuebles comerciales, con la posibilidad de que los propietarios repercutan la tasa en los inquilinos.
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