Un reciente estudio de la Universidad de Málaga, en colaboración con dos institutos de investigación, ha revelado que la proliferación de viviendas turísticas en las ciudades está correlacionada con un aumento del precio de los alquileres de larga temporada. Los hallazgos indican que en áreas con una alta concentración de pisos vacacionales, los precios de alquiler pueden aumentar hasta un 33% más en comparación con zonas sin estos alojamientos. Este fenómeno ha sido observado particularmente en ciudades con alta densidad turística como Málaga y Sevilla, donde el rápido crecimiento del turismo ha ejercido una presión significativa sobre el mercado inmobiliario. El estudio ha destacado la necesidad de implementar mecanismos de regulación para garantizar el acceso a viviendas dignas y evitar la mercantilización excesiva del sector habitacional.
La investigación, que analizó datos desde 2016 hasta 2023, se centró en diversas ciudades andaluzas, comparando Málaga y Sevilla, con altos niveles de turistificación, con Jaén y Teruel, donde estas dinámicas son menos pronunciadas. En Málaga, el barrio de La Merced ha experimentado un incremento notable en el costo del metro cuadrado debido a la creciente presencia de viviendas turísticas, lo que refleja el impacto directo de estas propiedades en los precios de la vivienda. Además, el informe advierte sobre el riesgo de expulsión de residentes y la disminución de la calidad de vida en áreas altamente turísticas. En respuesta a esta situación, el Ayuntamiento de Málaga ha comenzado a restringir las licencias para nuevas viviendas turísticas, una medida que busca mitigar los efectos adversos de la turistificación en el mercado local.
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