El uso del bidet, una práctica común en décadas pasadas en España, está en declive a medida que las nuevas construcciones prescinden de este elemento esencial para la higiene personal. Expertos destacan que lavarse con agua tras utilizar el baño es significativamente más higiénico y efectivo para prevenir infecciones que el simple uso de papel higiénico. La doctora Sara Marín enfatiza que las bacterias como la E. Coli, presentes de manera natural en el ano, pueden causar infecciones si no se eliminan adecuadamente. Así, el uso del bidet permite una limpieza más profunda de la zona, evitando que estas bacterias se desplacen hacia áreas donde pueden ser perjudiciales.
Además, el lavado con agua ofrece beneficios adicionales en la salud, especialmente para quienes sufren de hemorroides o fisuras anales. El papel higiénico puede irritar la delicada piel de esa zona, agravando las condiciones de salud. Según la doctora Marín, el agua tibia no solo mitiga esta irritación, sino que también ayuda a aliviar el dolor menstrual al relajar la musculatura del área. En conclusión, adoptar el uso del agua para la higiene personal podría ser una opción más saludable y efectiva, promoviendo una mejor salud general y bienestar.
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