Ayer, un apagón masivo afectó a casi toda España, impactando también a más de 100 plantas farmacéuticas, aunque el suministro de medicamentos no se vio comprometido. Según Farmaindustria, la afectación varió según la ubicación geográfica. Las plantas en la zona norte, especialmente en Cataluña, sufrieron menos interrupciones que las del centro, con pérdidas de hasta dos turnos de producción, mientras que en el centro se registraron hasta 36 horas de inactividad. Las plantas se valieron de autogeneradores eléctricos y planes de contingencia para garantizar la seguridad y calidad, usando generadores para sistemas críticos como medidas antincendios y control de buenas prácticas de manufactura.
Por otro lado, algunas empresas, como Grifols y B. Braun España, lograron operar con normalidad o recuperar rápidamente la actividad, gracias a sus sistemas de contingencia. B. Braun, que cuenta con 2.700 trabajadores en España, pudo mantener la operación de sus centros gracias a su autonomía energética. Además, los ensayos clínicos y la actividad de proveedores de fármacos no sufrieron alteraciones significativas. En el sector sanitario, compañías como Sanitas utilizaron su autonomía energética para mantener la operatividad de hospitales y centros médicos, priorizando la seguridad de pacientes y servicios esenciales, con planes para subsanar las molestias y reprogramar actividades no urgentes.
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