Según un reciente estudio realizado en Madrid, se ha identificado que las mayores tasas de victimización se producen durante la infancia del varón. La investigación revela que los niños son más vulnerables a sufrir distintos tipos de abuso y violencia en comparación con otros grupos de edad. Este fenómeno se asocia a varios factores, entre ellos el entorno escolar, la dinámica familiar y la exposición a situaciones de riesgo en sus comunidades. La relevancia de estos hallazgos ha impulsado a diversas organizaciones y autoridades locales a implementar programas destinados a la prevención y protección de los menores.
Los expertos resaltan la importancia de abordar este problema desde múltiples ángulos para garantizar la seguridad y bienestar de los niños. Se han propuesto diversas medidas, como la capacitación de docentes y padres en la identificación de señales de abuso, el fortalecimiento de los sistemas de denuncia y la creación de espacios seguros para los menores. A largo plazo, se espera que estas iniciativas contribuyan a reducir las tasas de victimización en la infancia y promuevan un entorno más seguro y saludable para el desarrollo de todos los niños en la comunidad.
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