La economía de Estados Unidos enfrenta un desafío significativo debido a los recientes vaivenes arancelarios implementados por la administración Trump. El índice de precios al consumidor en junio reveló un aumento del 2,7% en comparación con el año anterior, según la Oficina de Estadísticas Laborales. Este incremento en el índice refuerza las preocupaciones sobre la inflación, impulsada en parte por las políticas comerciales agresivas del presidente. Los analistas habían pronosticado este aumento como el primer signo tangible del impacto de los aranceles en la economía estadounidense, especialmente después de meses de incertidumbre y cambios de dirección en las políticas comerciales.
El escenario económico está marcado además por las recientes cifras favorables de empleo y la presión constante de Trump sobre la Reserva Federal para modificar las tasas de interés. A pesar del aumento de la inflación, se espera que la Reserva Federal mantenga los tipos en su reunión del 30 de julio, aunque se especula sobre una posible reducción de 0,25 puntos en septiembre. El presidente de la Fed, Jerome Powell, se encuentra bajo escrutinio debido a la escalada de costos en las renovaciones de la sede de la entidad y las críticas de Trump, que insiste en una política monetaria más laxa. Mientras el mercado de futuros de fondos federales sugiere estabilidad a corto plazo, la turbulencia política y económica continúa alimentando la incertidumbre sobre el futuro económico de Estados Unidos.
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