Este sábado por la mañana, se prevé la reentrada de la sonda Kosmos 482, lanzada en 1972 por la extinta Unión Soviética con el objetivo de estudiar Venus. Tras más de medio siglo en el espacio, el lugar de su caída sigue siendo incierto, aunque expertos sugieren que lo más probable es que impacte en el océano, dada la amplitud de la zona posible. Un mapa publicado indica un área amplia donde la sonda podría fragmentarse, con un punto particular marcado en la costa oeste de Australia.
La Agencia Espacial Europea (ESA) estima que la sonda reingresará a la atmósfera alrededor de las 8:37 de la mañana (hora peninsular española), pero con un margen de error de hasta tres horas y 20 minutos. Diferentes factores, como la actividad solar y el estado del paracaídas de la sonda, podrían influir en su caída. Según especialistas, a diferencia de un meteorito, los objetos como Kosmos 482 pierden velocidad significativamente al atravesar la atmósfera, y aunque no se desintegre por completo, su posible impacto en la superficie es una inquietud, dado que su sólida estructura ha sido diseñada para resistir las extremas condiciones de Venus.
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