El gobierno ha dado luz verde a un anteproyecto de ley que busca reducir la jornada laboral hasta las 37,5 horas semanales, un movimiento que se enfocará en ser discutido en el Congreso de los Diputados. Aunque el gobierno enfrenta la falta de una mayoría asegurada, la propuesta avanza en un contexto donde la discusión sobre las condiciones laborales y la conciliación ha cobrado relevancia significativa.
Las empresas tendrán la obligación de adaptar sus convenios colectivos a la nueva jornada semanal antes del 31 de diciembre de 2025. Este cambio sigue la tendencia de valorar más el tiempo personal y el bienestar integral. Según una encuesta de Protime, el 66% de los trabajadores españoles preferiría una semana laboral de cuatro días, aunque signifique jornadas más largas.
El estudio también revela que solo el 38% de los empleados siente que su derecho a la desconexión digital es respetado, resaltando la necesidad de políticas que equilibren la vida personal y profesional. La nueva ley de registro de jornada, aún en trámite, prevé la digitalización obligatoria del control horario para mejorar la transparencia y cumplimiento normativo.
Para evitar errores en el registro de horas, las empresas deberán implementar sistemas de control eficientes. La reciente ley de control horario, que obliga al registro digital, facilitará un seguimiento más preciso del tiempo trabajado y las interrupciones compensadas, ya sean horas ordinarias, extraordinarias o complementarias.
La encuesta de Protime demuestra que cerca del 60% de los empleados realizan horas extra, en contraste con el 5% registrado por la Encuesta de Población Activa (EPA) en el tercer trimestre de 2024. Además, el 67% de quienes hacen horas adicionales lo hace en empresas que ya cuentan con sistemas de control horario.
La reducción de la jornada laboral pone de manifiesto los retos de conciliación que siguen pendientes. Solo el 46,2% de los trabajadores considera justo su salario en función de su esfuerzo, y el 74,2% ve insuficientes las medidas actuales de conciliación. Las mujeres, en particular, perciben más desigualdad.
Óscar Bermejo de Protime destaca la importancia de las medidas de conciliación en los horarios para mejorar la calidad de vida y, consecuentemente, la competitividad y eficiencia empresarial. Esta reforma, más que un cambio de normativa, refleja un paso hacia un entorno laboral que valora más el equilibrio entre el trabajo y la vida personal.