Las marcas reconocidas en el ámbito de la dermocosmética, como Medik8, Perricone MD y Byoode, han sumado conocimientos en torno al concepto de la «línea de vida de la piel», un término que va más allá de la mera estética y que nos recuerda que la piel es un fiel reflejo de nuestros hábitos y decisiones a lo largo de los años. Mireia Fernández, al frente de la dirección dermocosmética de Perricone MD, subraya que la piel actúa como un diario visual que no solo documenta el paso del tiempo, sino que también refleja aspectos de nuestro día a día como el descanso, la calidad de nuestra dieta y cómo gestionamos el estrés. Por su parte, Raquel González, quien fundó Byoode, apunta que aunque la genética y los daños solares son determinantes, es posible redirigir este trayecto con las intervenciones adecuadas.
La hiperpigmentación se destaca como uno de los problemas más comunes, directamente relacionado con la acumulación de exposición solar y hábitos inadecuados. Patricia Garín de Boutijour advierte que el daño solar es acumulativo y un factor central en el envejecimiento prematuro. Estefanía Nieto de Medik8 añade que el estrés exacerba estos problemas al perpetuar una respuesta inflamatoria, complicando el tratamiento de las manchas. Para prevenir estas condiciones, los expertos coinciden en la importancia del uso constante del protector solar y la inclusión de productos con vitamina C y hidroxiácidos en la rutina diaria.
Las arrugas se suman a las inquietudes estéticas, siendo atribuidas no solo al envejecimiento, sino también a factores como la escasa calidad del sueño y una dieta inadecuada. Fernández señala que el fenómeno de la glicación, provocado por el consumo elevado de azúcar, puede endurecer el colágeno y perjudicar la elasticidad de la piel. González sugiere el retinol y los antioxidantes como aliados, pero enfatiza que es el cambio en el estilo de vida lo que marcará la diferencia.
La higiene de la piel se establece como un pilar esencial en su cuidado. Marta Agustí de Omorovicza advierte que una limpieza facial negligente puede llevar a una inflamación y acelerar el proceso de envejecimiento. La solución propuesta es una rutina de doble limpieza para garantizar la eliminación de impurezas.
Finalmente, la nutrición se erige como factor clave en la salud cutánea. Patricia Garín resalta que una dieta rica en azúcares y grasas saturadas puede afectar la producción de colágeno y elastina, resultando en una piel apagada. Sole Urrutia del Advanced Nutrition Programme sugiere una alimentación rica en frutas y verduras, además de considerar suplementos que favorezcan la piel desde dentro.
Los expertos coinciden unánimemente: para lograr una piel saludable y radiante, es crucial adoptar buenos hábitos, protegerse del sol y mantener una dieta equilibrada. Estos pilares, en conjunto, forman la base de una piel que refleja bienestar y vitalidad a lo largo del tiempo.
