Cada año, España enfrenta la alarmante pérdida de entre el 30 y el 40% de sus colmenas, siendo la varroa, un ácaro invasor proveniente de Asia, la principal causa de este declive. Desde su llegada en 1985, los apicultores han tenido que lidiar con la falta de herramientas sanitarias efectivas para controlar la plaga. Aunque algunos han optado por tratamientos artesanales, expertos advierten sobre los riesgos asociados, como la resistencia de los patógenos y la acumulación de residuos en la cera de las colmenas. Es fundamental aplicar tratamientos adecuados para evitar que la varroa se vuelva resistente, ya que un solo tratamiento anual no resulta suficiente.
Además de la varroa, las abejas en España enfrentan motores de riesgo como el cambio climático y el uso de neonicotinoides, que dañan su capacidad de forrajeo y orientación. Para contrarrestar estas amenazas, el Centro de Investigación Apícola y Agroambiental (CIAPA) participa en el proyecto europeo ‘Better-B’, destinado a desarrollar abejas más resilientes. Con un censo de 3 millones de colmenas, España destaca como el mayor exportador de miel en la UE, aunque el consumo per cápita es inferior a la media europea. En los últimos dos años, el CIAPA ha realizado más de 2.000 análisis de miel enviados por productores de todo el país, consolidando su papel en la investigación apícola y la gestión de la calidad.
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