El derrumbe de un edificio en la calle Hileras de Madrid, que resultó en la muerte de cuatro personas, se originó por el colapso de la terraza de la sexta planta, provocando que los forjados de los pisos superiores se desplomaran hasta el sótano. Según el responsable de Guardia de Bomberos de Madrid, Miguel Seguí, un total de siete forjados cedieron, generando escombros que en algunos puntos alcanzaron los tres metros de altura. A pesar del desastre, la fachada del edificio se mantuvo intacta debido a que la caída de estructuras y escombros ocurrió principalmente hacia el interior.
Los trabajos de rescate comenzaron a la una de la tarde y se extendieron hasta las tres de la mañana, siendo un proceso laborioso. Seguí destacó que fue esencial asegurar la zona, ya que los escombros estaban apelmazados y representaban un riesgo. No obstante, el interior del sótano era bastante espacioso y libre de obstáculos, facilitando el desescombro. Actualmente, los bomberos colabora con la Policía Científica para evaluar el estado del edificio y avanzar en la investigación de este trágico suceso.
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