En los últimos meses, la comunidad autónoma ha sido escenario de un preocupante aumento en el número de incendios, con un total de 239 siniestros registrados. Estos incendios han afectado principalmente áreas de matorral y pastos, provocando la pérdida de 1.667 hectáreas. La situación ha generado alarma entre las autoridades locales y los residentes, quienes han manifestado su preocupación por los posibles daños ambientales y económicos que estos siniestros pueden causar en la región.
El origen de los incendios aún está bajo investigación, pero se presume que las altas temperaturas y la falta de precipitaciones han contribuido a la propagación del fuego. Las brigadas de bomberos han intensificado sus esfuerzos para controlar y extinguir las llamas, mientras que las autoridades han instado a la población a extremar precauciones para evitar situaciones de riesgo. Este panorama hace necesario reforzar las medidas de prevención y concienciación para proteger el patrimonio natural y asegurar la seguridad de los habitantes.
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