La administración de Joe Biden ha enfrentado crecientes críticas por su apoyo inquebrantable a Israel en el conflicto en la Franja de Gaza, que ha resultado en la muerte de más de 47,000 personas desde el inicio de la operación militar israelí en octubre de 2023. Durante una reciente conferencia de prensa, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, fue increpado por periodistas que le acusaron de ser cómplice de un «genocidio» en la región. Uno de los periodistas, Sam Husseini, preguntó a Blinken por qué no estaba en La Haya, haciendo referencia a los procesos judiciales internacionales en curso contra el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y su ministro de Defensa, por crímenes de guerra y lesa humanidad.
Otra figura destacada en la confrontación fue el periodista Max Blumenthal, quien cuestionó a Blinken sobre la continuación de los bombardeos en Gaza, a pesar de haber alcanzado un acuerdo en mayo, y le preguntó por qué permitió lo que llamó «el holocausto de nuestro tiempo». Las críticas también subrayan el compromiso financiero de Estados Unidos con Israel, que incluye al menos 3,800 millones de dólares anuales en ayuda militar, y otros 17,900 millones de dólares adicionales desde el estallido del conflicto en octubre de 2023, según estimaciones de la Universidad Brown. A pesar de las acusaciones y las tensiones crecientes, Blinken afirmó que respondería a estas preocupaciones y abordaría el reciente acuerdo de alto el fuego alcanzado entre Hamás e Israel, previsto para entrar en vigor próximamente.
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