El panorama mundial de la diabetes ha alcanzado niveles críticos, con un alarmante incremento en el número de casos durante las últimas tres décadas. Según un estudio revelado por The Lancet y respaldado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 828 millones de personas vivían con diabetes en 2022, una cifra que se ha cuadruplicado desde 1990, cuando se registraron 630 millones de casos. Este repunte desenfrenado en la incidencia de la enfermedad se ha concentrado principalmente en países de ingresos bajos y medios, como los ubicados en el sudeste asiático, el sur de Asia, Medio Oriente y América Latina y el Caribe, destacándose naciones como Jamaica, Trinidad y Tobago y Costa Rica.
Con la llegada del Día Mundial de la Diabetes, conmemorado el 14 de noviembre, la OMS ha enfatizado una vez más la urgencia de adoptar medidas globales robustas para contener esta creciente epidemia. Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, describió el aumento de la diabetes como alarmante, subrayando que este fenómeno refleja una expansión de la obesidad impulsada por la comercialización de alimentos poco saludables, la falta de ejercicio y las dificultades económicas. Tedros instó a los países a implementar políticas que favorezcan una alimentación equilibrada y la actividad física, además de establecer sistemas de salud sólidos que faciliten la prevención, detección temprana y tratamiento de la enfermedad.
La prevalencia de la diabetes ha duplicado a nivel mundial, alcanzando el 14% de los adultos en 2022 en comparación con el 7% en 1990. Sin embargo, la atención a los adultos diabéticos sigue siendo inadecuada en muchas regiones, especialmente en países de renta baja y media, donde casi el 59% de los adultos diagnosticados no reciben tratamiento, lo que multiplica por 3,5 el número de personas sin atención desde 1990. En algunas áreas del sudeste asiático y el Mediterráneo Oriental, las tasas de prevalencia superan el 20%, aunque menos del 40% de los adultos afectados tienen acceso a medicamentos.
No todo son malas noticias: en América Latina se han observado progresos en cuanto a la cobertura del tratamiento, con México, Colombia, Chile y Costa Rica a la cabeza. Además, naciones como Corea del Sur y algunas en Europa occidental han logrado alcanzar tasas de cobertura de tratamiento del 55% o superiores.
Para combatir la carga creciente de esta enfermedad, la OMS ha introducido un nuevo marco global de monitoreo de la diabetes, que pretende ayudar a los países a evaluar y mejorar sus estrategias de prevención y atención mediante indicadores como el control de la glucosa y el acceso a medicamentos. Asimismo, el Pacto Mundial contra la Diabetes, lanzado por la OMS en 2021, busca reducir el riesgo de esta enfermedad y asegurar que todos los diagnosticados tengan acceso a tratamientos de calidad, impulsando además la prevención de la diabetes tipo 2 mediante la promoción de hábitos de vida saludables. Con el objetivo de lograr una cobertura integral para 2030, el pacto incluye metas ambiciosas, como asegurar que el 80% de los diabéticos diagnosticados tengan un control adecuado de su glucosa.