La Guardia Civil, a través de su Agrupación de Tráfico, intensifica los controles de velocidad en las carreteras españolas, utilizando dispositivos móviles con el objetivo de asegurar el cumplimiento de las normas viales. En un reciente operativo en la N-211, en Monreal del Campo, Teruel, los agentes sorprendieron a un conductor circulando a 188 km/h, muy por encima del límite establecido. Al detenerlo, descubrieron que el individuo tenía el permiso de conducir suspendido, lo que llevó a los agentes a iniciar diligencias judiciales por la posible comisión de dos delitos contra la Seguridad Vial.
Las implicaciones legales para este conductor son graves. Primero, podría enfrentarse a un juicio por exceder el límite de velocidad en más de ochenta kilómetros, penado con prisión de tres a seis meses o multas significativas. Además, al conducir sin licencia vigente, también podría ser sancionado con un castigo similar. Las multas por excesos de velocidad en vías con límite a 90 km/h varían, comenzando en 100 euros para excesos menores y ascendiendo a 600 euros por superaciones más drásticas, con la reducción de puntos en el carnet de conducir como otra forma de sanción. Estos incidentes resaltan la firmeza de las autoridades en su lucha por reducir los accidentes de tráfico en el país.
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