Un estudio reciente ha revelado que varios restos humanos encontrados en una excavación arqueológica corresponden a individuos de origen local que fueron consumidos en un breve lapso de tiempo. Los investigadores han descartado la posibilidad de que se trate de un acto relacionado con hambrunas o rituales funerarios. En cambio, sostienen que los restos son testimonio de un enfrentamiento violento entre comunidades vecinas, posiblemente provocado por disputas territoriales o venganzas antiguas.
La evidencia sugiere que estos eventos fueron de carácter repentino y motivados por tensiones intergrupales. Este hallazgo ofrece una nueva perspectiva sobre la dinámica social de la época y desafía teorías anteriores que atribuían el consumo humano a factores de supervivencia o ceremoniales. La investigación continúa, con el objetivo de entender mejor las circunstancias exactas de este acto extremo y su impacto en la estructura social de las comunidades involucradas.
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