La Comunidad de Madrid ha revelado una nueva iniciativa destinada a enfrentar los desafíos digitales contemporáneos que afectan especialmente a los jóvenes. La consejera de Familia, Juventud y Asuntos Sociales, Ana Dávila, presentó esta campaña con el fin de advertir sobre los peligros de compartir contenido íntimo y la creciente tendencia de normalizar el sexo como un producto, subrayando la importancia de entender y defender el concepto de consentimiento en la era digital.
Con una inversión de un millón de euros por parte del Ejecutivo autonómico, esta campaña busca incentivar la reflexión entre los jóvenes, particularmente entre las mujeres, sobre la práctica de compartir contenidos de carácter sexual o erótico en plataformas online a cambio de dinero. Dávila enfatizó que la educación digital y afectivo-sexual son herramientas cruciales para construir relaciones saludables basadas en el respeto y la libertad.
La creación de contenido de este tipo no solo plantea riesgos psicológicos, sino que también conlleva peligros como la difusión no consentida de imágenes íntimas, el ‘sexting’ y la sextorsión, cada vez más comunes en el ámbito digital. El entorno online también facilita problemáticas como el ‘grooming’ y el ciberacoso, amenazas latentes para los más jóvenes.
En respuesta a estos riesgos, el Gobierno regional está impulsando una educación digital robusta mediante diversas iniciativas. Entre ellas, destaca el Servicio de Atención en Adicciones Tecnológicas (SAAT), que ha brindado apoyo a más de 43,000 personas y cuenta con varios puntos de atención distribuidos en Madrid capital y otros municipios clave como Alcalá de Henares y Móstoles.
En un esfuerzo por ampliar su red de apoyo, la Comunidad de Madrid también planea inaugurar en 2026 un centro público especializado para tratar a menores expuestos a pornografía y otras formas de violencia. El centro proporcionará programas de intervención psicológica y social, dirigidos tanto a los jóvenes en riesgo como a sus familias.
Este nuevo recurso complementará la ya extensa dotación de servicios especializados en la región para víctimas de violencia sexual. Madrid cuenta con dos centros de crisis operativos 24 horas y un Centro de Atención Integral a Mujeres Víctimas de Violencia Sexual, instaurado en 2009. Además, se han implementado centros pioneros para asistir a mujeres que desean abandonar la prostitución y a víctimas de violencia con discapacidad intelectual, reafirmando el compromiso del Ejecutivo por proteger los derechos y la seguridad de los ciudadanos en todos los ámbitos.


                                    