El ejército israelí ha declarado que su retirada del sur del Líbano dependerá de que el grupo Hezbolá deje de ser una amenaza. Así lo ha afirmado el portavoz militar, el mayor David Brunch, quien señaló que Israel se retirará una vez que Hezbolá cumpla el acuerdo de alto el fuego pactado el 27 de noviembre, que estipula un plazo de 60 días para el retiro de las fuerzas israelíes. Durante este periodo, se espera que las Fuerzas Armadas Libanesas y las tropas de la FINUL sean las únicas presentes en la región cercana al río Litani. Brunch indica que si las tropas libanesas no pueden garantizar la seguridad y reemplazar al ejército israelí, el plazo podría extenderse, en concordancia con la resolución 1701 que busca mantener a Hezbolá alejado del área fronteriza.
Durante una exhibición en la que se mostraron más de 80,000 armas y municiones incautadas a Hezbolá, el coronel de reserva Edan Sharon Kettler detalló que el material, incluyendo lanzamisiles y drones, fue mayoritariamente adaptado en Siria, Líbano e Irán. Las armas fueron encontradas en túneles y mezquitas en una franja de tres a cinco kilómetros desde la frontera, un área que según la ONU debería estar libre de armamento. Kettler enfatizó que los hallazgos subrayan la preparación de Hezbolá para posibles ofensivas contra Israel, destacando la importancia de su retirada y asegurando que las armas no regresen a manos del grupo militante.
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