Los incendios forestales en la comarca de la Segarra, en Lleida, han desatado una serie de alertas y medidas de emergencia debido a su magnitud, alcanzando ya las 6.500 hectáreas quemadas. El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, subrayó que la situación actual es más crítica que en años anteriores, instando a la ciudadanía a mantener la prudencia. Además, lamentó la fatalidad de dos campesinos fallecidos en el siniestro y brindó apoyo a los dos bomberos heridos que se están recuperando. Aunque el fuego está estabilizado, las labores de contención y evaluación de daños continúan, mientras las autoridades investigan el origen de los incendios.
Ante estos acontecimientos, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, expresó sus condolencias y destacó la ardua labor de los equipos de emergencia. En respuesta a la creciente frecuencia de fenómenos extremos, la consellera de Interior, Núria Parlon, anunció que el Govern está en proceso de diseñar una estrategia integral que integre varios departamentos para mejorar la preparación del territorio frente a incendios e inundaciones. Este enfoque busca incrementar la resiliencia ante el cambio climático y fortalecer los esfuerzos de prevención, dadas las inusuales condiciones climáticas que han desbordado en ocasiones la capacidad de respuesta de los servicios de extinción.
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