En un giro inesperado, el Ministerio que inicialmente justificó la solicitud de fondos europeos para la producción de dispositivos tecnológicos ‘ex novo’ ha optado por una estrategia distinta al adquirir modelos ‘low cost’ importados de un país asiático. Estos dispositivos importados han sido posteriormente modificados, lo que ha generado críticas y dudas acerca de la transparencia y efectividad del uso de los fondos europeos. La medida ha suscitado debates sobre la política de adquisiciones y el cumplimiento de las promesas hechas durante la solicitud inicial.
La decisión ha despertado preocupación entre diversos sectores, que se preguntan sobre las implicaciones de esta estrategia para la industria nacional y la confianza en el manejo de ayudas europeas. Expertos argumentan que la elección de alternativas más económicas podría haber sido motivada por restricciones presupuestarias, pero insisten en que las justificaciones originales para recibir los fondos resaltaban la importancia de fomentar el desarrollo tecnológico local. Las autoridades se enfrentan ahora a demandas de explicaciones y a un escrutinio intensificado sobre el uso adecuado de los recursos asignados bajo la premisa de mejora y autosuficiencia tecnológica.
Leer noticia completa en El Mundo.