En un esfuerzo por reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, el gobierno de Alemania ha anunciado una serie de políticas dirigidas a transformar su infraestructura de transporte. Se espera que estas medidas incluyan una significativa inversión en la modernización de la red ferroviaria, con la intención de hacer del tren una alternativa más atractiva frente al uso de automóviles en distancias medianas y largas. Este plan forma parte de un compromiso más amplio del país para cumplir con los objetivos climáticos del Acuerdo de París. Además de los ferrocarriles, la iniciativa contempla un impulso a la producción y uso de vehículos eléctricos, así como la mejora de las infraestructuras para su recarga, con el fin de liderar la transición hacia un transporte más sostenible en Europa.
El anuncio llega en medio de crecientes presiones tanto internas como externas para que Alemania tome medidas más decisivas en la lucha contra el cambio climático. En los últimos años, el país ha sido cuestionado por no cumplir con sus propias metas ambientales, a pesar de ser uno de los líderes económicos del continente. El ministro de Transporte de Alemania indicó que junto con estas mejoras se espera fomentar la innovación en tecnologías limpias, ofreciendo incentivos para la investigación y desarrollo en este campo. Las medidas han sido bien recibidas tanto por grupos ambientalistas como por el sector empresarial, aunque las organizaciones han destacado la necesidad de un seguimiento cuidadoso para garantizar que los objetivos se traduzcan en acciones concretas y efectivas.
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