Ibon Meñika, actual portavoz de la iniciativa pro-Palestina Gernika-Palestina, ha cobrado notoriedad en el País Vasco por liderar protestas en torno a la participación del equipo Israel Premier Tech en la Vuelta a España. Sin embargo, su historia está marcada por un pasado radical: en 2003 fue condenado a tres años y medio de prisión por asociación ilícita, tras su vinculación con Jarrai, una organización juvenil nacionalista. Su detención en 2004, cuando llevaba consigo 90 bonos de la banda terrorista ETA, sentó las bases de su controvertida trayectoria. A pesar de sus antecedentes, ha logrado posicionarse como una figura clave en las manifestaciones recientes, que han conducido a la intervención policial en Bilbao.
Las protestas de Gernika-Palestina, que comenzaron en marzo, han buscado explícitamente frenar la participación del equipo israelí en la carrera ciclista. Durante las manifestaciones, la tensión aumentó con la detención de tres personas y varios agentes de la Ertzaintza heridos. Meñika defiende que las movilizaciones han sido pacíficas, asegurando que no ponen en riesgo la seguridad de los ciclistas ni de los organizadores. Su activismo, que ahora se centra en temas internacionales, continúa resonando en un contexto donde su pasado radical contrasta notablemente con su papel actual en el ámbito público.
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