IBM ha iniciado un proceso significativo de reestructuración en Estados Unidos, afectando potencialmente a miles de empleados, con la unidad Cloud Classic bajo particular presión. A pesar de que no ha habido un anuncio público oficial, fuentes internas señalan que alrededor de 9,000 empleos están en riesgo. Las ciudades más afectadas por estos recortes incluyen Dallas, Nueva York, Raleigh y diversas localidades en California.
La reestructuración no solo toca a la unidad Cloud Classic, sino que también extiende su impacto a departamentos como consultoría, infraestructura cloud, responsabilidad social corporativa, TI interna y ventas. Muchos empleados se enteraron de su situación a través de reuniones internas, mientras que algunos recibieron notificaciones individuales.
Dentro de esta reestructuración, el fin de la era de Cloud Classic parece ser un elemento clave. Esta unidad, conocida anteriormente como SoftLayer antes de ser adquirida por IBM en 2013, ha sido el entorno cloud original de la compañía. Sin embargo, el enfoque actual de IBM está en su plataforma IBM Cloud VPC, que ofrece mejor rendimiento de red, hardware más avanzado y medidas de seguridad robustas.
La transición estratégica hacia el entorno VPC justifica los recortes en Cloud Classic desde un prisma empresarial. Esta decisión se ve impulsada por la necesidad de que los clientes migren a la infraestructura más moderna de VPC.
Además, IBM está avanzando en la deslocalización de puestos laborales hacia India, donde proliferan más vacantes que en EE. UU., un esfuerzo destinado a reducir costos mediante mano de obra más asequible. No solo los departamentos de Cloud Classic sufren recortes; el grupo Cloud, así como los departamentos de marketing y comunicación, también experimentan una disminución del 10% en sus posiciones.
En un esfuerzo por alentar la salida voluntaria de empleados, la empresa ha implementado políticas como el regreso obligatorio a las oficinas al menos tres días a la semana, monitorizado mediante el control de acceso con tarjeta.
A medida que la reestructuración se despliega, se espera que IBM continúe ajustando su plantilla, eliminando posiciones consideradas obsoletas o más adecuadas para equipos offshore. Los empleados actuales se preparan para nuevas oleadas de recortes mientras la compañía sigue apostando por adquisiciones y externalización de servicios para adaptarse al panorama tecnológico actual.