La Inteligencia Artificial (IA) se perfila como uno de los componentes clave para impulsar la creatividad y eficiencia en el ámbito de la comunicación, siempre y cuando se mantenga un enfoque crítico y control humano en las decisiones estratégicas. Esta fue una de las principales conclusiones del III Encuentro de AIComm, la red C-level dedicada a los sectores de la comunicación y la información, promovida por la Asociación profesional de Inteligencia Artificial y Datos (AI-Network) y AxiCom.
La sesión, liderada por Jesús Hijas, asesor de negocios tecnológicos, y Mónica González Ortín, directora de AIComm y country manager de AxiCom, congregó a más de 25 directivos de empresas públicas y privadas. Dichos participantes, provenientes de sectores tan diversos como consultoría, construcción, urbanismo, editorial, energía, finanzas, tecnología y turismo, se reunieron para analizar cómo la IA puede impulsar la creatividad en los negocios.
Uno de los puntos más destacados de la reunión fue la discusión sobre la relación entre creatividad y pensamiento crítico. Los directivos coincidieron en que la IA puede generar ideas durante sesiones de brainstorming y en el desarrollo de campañas creativas, pero subrayaron que la creatividad humana sigue siendo esencial para dar contexto y alma a esas ideas. La IA, señalaron, no reemplaza el conocimiento y la experiencia profesional, sino que actúa como una herramienta que potencia las capacidades humanas, haciéndonos más eficientes. No obstante, recalcaron que es fundamental revisar y ajustar la información proporcionada por la IA para garantizar que se mantenga la originalidad y calidad del contenido.
La formación continua se identificó como un elemento crucial para aplicar la IA correctamente. Los profesionales de la comunicación concluyeron que superar el escepticismo inicial hacia la IA requiere educación y un uso práctico de la tecnología. Integrar la IA en los procesos de trabajo diario con responsabilidad puede potenciar habilidades y mejorar la productividad.
Otro tema relevante fue la transparencia en el entrenamiento de los modelos de IA. Actualmente, es difícil saber con exactitud qué datos se utilizan para entrenar estos sistemas debido a la complejidad de las redes neuronales y sus grandes modelos matemáticos. Un ejemplo es el modelo GPT-4, que fue entrenado con 570 millones de gigas de datos de internet. La falta de transparencia plantea desafíos importantes en términos de explicabilidad y confianza en la tecnología.
La importancia de verificar la información proporcionada por la IA fue otro punto clave. Aunque la IA funciona de manera similar a la intuición humana, es crucial implementar reglas claras que ayuden a entender el proceso de decisión detrás de los sistemas inteligentes para asegurar la precisión y veracidad de los datos.
Los directivos también advirtieron sobre el riesgo de homogeneización debido a la IA. Si bien la tecnología puede generar ideas y optimizar procesos, es la creatividad humana la que aporta diversidad y profundidad a las soluciones. Equilibrar el uso de la IA con la creatividad y experiencia humanas es fundamental para obtener resultados auténticos y significativos.
Durante la jornada, se evidenció que la IA puede ser una catalizadora de la creatividad humana en varios aspectos. Permite una comprensión más profunda del mercado y la audiencia, ayuda a superar bloqueos mentales e inspira nuevos proyectos creativos. Además, la IA puede hacerse cargo de tareas mundanas y repetitivas, permitiendo a los creativos centrarse en aspectos más estratégicos y originales de su trabajo. Así también, mejora la personalización de experiencias creativas y ofrece análisis detallados sobre el rendimiento de las iniciativas, optimizando estrategias y perfeccionando el proceso creativo.
Finalmente, Tomás Martínez Buero y Mónica González Ortín subrayaron la importancia de la formación continua y del espíritu crítico para adaptarse a la nueva realidad de la IA y asegurarse de utilizarla de manera responsable.
En conclusión, aunque la IA tiene un enorme potencial para mejorar la creatividad y eficiencia en la comunicación, su implementación debe hacerse con un enfoque responsable y crítico para asegurar que se maximicen sus beneficios sin perder la esencial contribución del ingenio humano.