El tercer programa de El rival más débil demostró que el nivel intelectual no está asociado a la profesión de los concursantes, ya que tanto políticos como músicos lograron recaudar un total de 7.700 euros para diversas entidades benéficas. La noche del miércoles, los espectadores fueron testigos de una ajustada final entre los humoristas Goyo Jiménez e Iggy Rubín, quienes junto al resto de cómicos consiguieron sumar 11.300 euros. La competencia fue tan feroz que en la prueba final ambos contendientes empataron con un pleno de aciertos, llevando a la conductora Luján Argüelles a anunciar una fase de "muerte súbita".
Durante esta última tanda, donde el primero en fallar perdería, Iggy Rubín cometió un error, otorgando la victoria a Goyo Jiménez, quien fue felicitado por su oponente. Jiménez destinó el premio a la Asociación Española de Esclerosis Múltiple (AEDEM) para apoyar a las personas afectadas y sus familiares. Destacó la necesidad de invertir en mejorar su calidad de vida. Este episodio se diferenció de los anteriores al requerir que los cómicos trabajaran juntos para conseguir el premio y eliminaran al más débil, en lugar de al más fuerte, cambiando la dinámica habitual del programa.
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