El enfrentamiento entre el Real Madrid y el Pachuca en el Mundial de Clubes se tornó complicado para los merengues desde el minuto siete, cuando Marco Asencio fue expulsado tras un enfrentamiento con el veterano Salomón Rondón. Esta inesperada circunstancia dejó al equipo español en desventaja numérica, enfrentando un asedio temprano por parte del conjunto mexicano. A pesar de las dificultades, Thibaut Courtois se lució con dos paradas cruciales, permitiendo que el equipo evitara una debacle temprana y comenzara a reorganizarse. El encuentro no solo fue un desafío táctico, sino también una oportunidad para que nuevas promesas, como Güler y Gonzalo, mostraran su valía, con Gonzalo participando decisivamente en el segundo gol madridista.
A pesar de la ausencia de figuras clave como Mbappé y Endrick, el entrenador decidió apostar por la cantera, ofreciendo un espacio significativo al joven Gonzalo. Este nuevo valor demostró su capacidad para desarmar defensas rivales con un juego ágil y eficiente, reminiscente de Karim Benzema. Mientras tanto, Vinicius Junior, aunque aún buscando retomar su mejor forma, estuvo presente en la gestación de los goles, demostrando ser una pieza clave en la alineación. En el ámbito defensivo, Dean Huijsen brilló al lado de Tchouameni, consolidando su rol como central con una actuación impecable que recordó a figuras históricas del club. Su habilidad para controlar el juego desde el fondo y su audacia al avanzar con el balón lo perfilan como una futura estrella del club.
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