Huawei está a punto de revolucionar su estrategia tecnológica con el próximo lanzamiento del Kirin X90, un System-on-Chip (SoC) especialmente diseñado para ordenadores portátiles. Según fuentes cercanas, este innovador procesador debutará en mayo de 2025, marcando un hito en la independencia tecnológica de la compañía.
El Kirin X90, apodado internamente como Charlotte Pro, es una evolución del previo Kirin 9010 y será el corazón de los primeros portátiles que operarán con HarmonyOS Next, un sistema operativo completamente desarrollado por Huawei. Este avance significativo busca liberar a la compañía del ecosistema de Windows 11 e Intel/AMD, proponiendo una alternativa propia tanto a nivel de sistema como de arquitectura.
La arquitectura del nuevo SoC es híbrida, con diez núcleos configurados en 4+4+2, capaces de manejar 20 hilos simultáneamente gracias a una tecnología similar al hyperthreading. Esto optimiza el rendimiento en contextos multitarea y se adapta eficientemente a diferentes cargas de trabajo, superando las soluciones actuales sin necesidad de emulación para software x86. Esta capacidad permite ofrecer una experiencia más fluida y nativa con HarmonyOS.
El Kirin X90 también se destaca por su seguridad, integrando soporte para algoritmos criptográficos SM3 y SM4, utilizados en sectores estratégicos en China. Además, aunque no confirmado, se especula que podría incluir la GPU Maleoon 920, aumentando así su poder gráfico. En un entorno de mayor capacidad térmica, como el de los ordenadores portátiles, el SoC podrá alcanzar altas frecuencias de reloj y un rendimiento sostenido superior.
El lanzamiento del primer portátil con HarmonyOS y el nuevo SoC está programado para el 19 de mayo de 2025, un acontecimiento que desafía el dominio de Windows y macOS en el mercado. La iniciativa de Huawei se asemeja al cambio de Apple hacia sus chips Apple Silicon, abandonando la arquitectura x86 de Intel en 2020. Con HarmonyOS PC, Huawei busca establecer una plataforma independiente, libre de tecnologías y servicios estadounidenses, un movimiento que también podría impactar en el sector móvil.
Este desarrollo es parte de un esfuerzo más amplio de China por disminuir su dependencia de tecnologías extranjeras, especialmente en semiconductores. Con restricciones internacionales que limitan el acceso a chips avanzados, Huawei ha acelerado la creación de soluciones propias y ha comenzado a colaborar con fundiciones locales como SMIC para su producción.
El Kirin X90 es un símbolo del progreso hacia una arquitectura tecnológica nacional, reforzando la autonomía del ecosistema chino en un entorno de intensas tensiones geopolíticas.
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