Huawei está preparando un cambio estratégico en el diseño de chips de inteligencia artificial con el objetivo de ganar terreno en el mercado chino, actualmente dominado por NVIDIA a pesar de las sanciones estadounidenses. De acuerdo con información revelada por The Information, la empresa china planea dejar de usar circuitos integrados de aplicación específica (ASICs) y avanzar hacia chips de propósito general para mejorar su competitividad y sortear las restricciones tecnológicas.
Este enfoque es, en parte, una respuesta al escaso impacto de su lenguaje de programación CANN, que no ha logrado competir con el estándar CUDA de NVIDIA. Para superar esta barrera, Huawei desarrolla un software capaz de traducir instrucciones de CUDA a sus propias arquitecturas de chip. Además, busca adoptar modelos de funcionalidad empleados por NVIDIA y AMD, lo que permitiría una mayor versatilidad en sus chips y atraer el interés de grandes clientes como Alibaba o Tencent.
Sin embargo, el rediseño de chips es solo una parte del desafío, ya que la fabricación continúa siendo un problema. Huawei depende de SMIC (Semiconductor Manufacturing International Corporation) para la fundición de semiconductores, empresa también afectada por las sanciones de EE. UU., lo cual limita su capacidad de producir chips avanzados. Aunque podría emplear maquinaria nacional para soluciones parciales, el proceso de producción sigue teniendo limitaciones significativas.
Paralelamente, EE. UU. considera ampliar las medidas restrictivas, posiblemente sancionando a países como Malasia y Tailandia, que han servido de rutas alternativas para el suministro de chips de NVIDIA a China. Este endurecimiento podría acelerar la adopción de soluciones nacionales. En este contexto, Huawei aspira a convertirse en un proveedor clave de hardware de IA, con chips que sean adaptables y compatibles con estándares globales.
La estrategia de Huawei refleja cómo la competencia por el liderazgo en inteligencia artificial va más allá del diseño de hardware, incluyendo la compatibilidad de software y la adaptabilidad a restricciones geopolíticas. El éxito de esta iniciativa dependerá no solo de la viabilidad técnica de los nuevos chips, sino también de su aceptación en un ecosistema históricamente dependiente de tecnologías extranjeras.
En medio de la creciente tensión tecnológica entre China y Estados Unidos, la ofensiva de Huawei se perfila como uno de los movimientos más ambiciosos para establecer una alternativa nacional viable frente al dominio de NVIDIA en el ámbito de la inteligencia artificial.
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