La comunidad de usuarios de las impresoras HP está atravesando un nuevo episodio de descontento después de que la empresa lanzara una actualización del firmware que ha dejado a muchas máquinas de la línea LaserJet MFP M232-M237 prácticamente inoperativas. Este nuevo fallo ha exacerbado la ya tensa relación entre HP y algunos de sus clientes, una situación alimentada por las agresivas políticas de la compañía en contra del uso de cartuchos de tóner no oficiales.
El problema surge a raíz de la actualización de firmware versión 20250209, liberada el pasado 4 de marzo. Usuarios han reportado que la instalación de este firmware provoca errores críticos, como el código de error 11, haciendo que las impresoras no reconozcan ni siquiera los cartuchos de tóner originales de HP. A pesar de los múltiples intentos por parte de los consumidores de seguir soluciones recomendadas, como limpiar contactos y reiniciar impresoras, el problema persiste.
El reconocimiento oficial de HP sobre la existencia de un error en su actualización no ha calmado las aguas. Muchos usuarios, buscando soporte, se han encontrado con una respuesta sorprendente: la oferta de un cupón de descuento para adquirir una nueva impresora en lugar de una solución técnica al problema existente. Esta respuesta de HP ha generado indignación entre los afectados, quienes sienten que se les obligó a incurrir en un gasto innecesario para poder seguir utilizando las funciones de impresión.
Este incidente no es el primero en el que HP se enfrenta a críticas por su estrategia para asegurar que los consumidores solo utilicen cartuchos originales. En 2016, la compañía introdujo la polémica función «Dynamic Security», diseñada para bloquear el uso de consumibles de terceros. Desde entonces, las restricciones se han endurecido, pese a las quejas y acciones legales por parte de consumidores y defensores de los derechos del usuario.
Los acontecimientos recientes han llevado a muchos de los clientes de HP a buscar impresoras de otras marcas, más libres de restricciones y bloqueos. Marcas como Brother y Epson se han beneficiado de esta migración, con consumidores buscando opciones que les permitan mayor flexibilidad.
Mientras tanto, HP ha declarado que está trabajando en una solución para corregir el problema en los dispositivos afectados, aunque no ha proporcionado un marco de tiempo específico para el lanzamiento de una actualización correctiva. La incertidumbre sobre el futuro de las impresoras afectadas persiste, junto con la erosión de la confianza del consumidor en una marca que alguna vez fue sinónimo de calidad en impresión.
El patrón de controversias que rodea a HP sugiere que la empresa podría enfrentarse a futuras crisis similares, a menos que reevalúe sus políticas en torno a los consumibles. Con muchos clientes ya tomando la decisión de abandonarla, el desafío de HP es grande para recuperar la fidelidad y confianza en un mercado competitivo.
