Durante la Semana Santa, el sector de la hostelería en España experimenta un auge notable. Las terrazas llenas y las reservas a máxima capacidad ponen de manifiesto la importancia económica de este periodo, que lleva a un aumento considerable en las contrataciones. Según Randstad Research, hasta marzo de 2025, el empleo en hostelería creció un 5,4%, incorporando aproximadamente 100.000 nuevos trabajadores. El récord histórico de 24 millones de turistas el año pasado también resalta el auge del sector.
Sin embargo, este crecimiento económico tiene un lado oscuro. A pesar de los números positivos, las condiciones laborales para muchos empleados siguen siendo precarias. Marcos Gutiérrez, secretario de política institucional de Comisiones Obreras Servicios, señala que el éxito del sector no se traduce en beneficios para los trabajadores: “No puede ser que cada año la hostelería bata récords de actividad, pero que los salarios y el empleo no crezcan al mismo ritmo”.
El sector de la hostelería emplea a 1,8 millones de personas en España, pero los trabajadores reciben salarios significativamente inferiores a la media nacional. En 2023, el salario bruto promedio del país fue de 2.273 euros, mientras que en hostelería apenas alcanzó los 1.818 euros mensuales. La situación es aún más grave para las mujeres, quienes ganan un 13% menos que sus colegas masculinos.
Daniela S., trabajadora en Cangas de Onís, ilustra bien esta problemática. Contratos de poca estabilidad son comunes, con horarios extensivos que a menudo superan las 12 horas, mientras la remuneración apenas compensa el esfuerzo. Como resultado, muchos empleados optan por abandonar el sector por empleos con mejores perspectivas.
Aunque la rentabilidad media de los negocios de hostelería ha superado el 7%, el salario promedio sigue estando por debajo de la media nacional. Esta incongruencia entre la rentabilidad y las condiciones laborales empuja a los trabajadores a buscar otras oportunidades. Gutiérrez subraya que los incumplimientos de la normativa laboral son comunes y que la mejora en las condiciones ha sido impulsada más por cambios legislativos que por iniciativas empresariales.
En algunas regiones, la dependencia de la hostelería es marcada, como en Canarias y Baleares, donde el 19% del empleo pertenece a este sector. Cataluña, Andalucía, Madrid, Comunidad Valenciana y Canarias concentran el 70% del empleo total en hostelería.
A pesar de todo, hay señales de mejora en cuanto a la temporalidad, que ha descendido al 13,9%, por debajo de la media nacional. Un 80% de los asalariados ahora tienen contratos estables, pero las modalidades emergentes, como los contratos fijos discontinuos, aún presentan desafíos como posibles abusos.
El cambio en las condiciones de trabajo responde en gran medida a la presión legal y regulatoria, más que a una voluntad de los empleadores de mejorar la situación de sus empleados. Mientras tanto, el debate en torno a las condiciones laborales en la hostelería sigue vigente, con llamados a una verdadera reforma que beneficie tanto al sector como a sus trabajadores.
Fuente: CCOO Servicios Madrid