El aumento de casos de enfermedad renal crónica ha llevado a una necesidad urgente de tratamientos sustitutivos en la población. Según la doctora Fernández Lucas, jefa del Servicio de Nefrología, la prevalencia en el área sanitaria ha alcanzado 1.297 pacientes por millón de población. Este panorama resalta la importancia del trasplante renal como la última alternativa viable para la supervivencia de muchos pacientes.
El trasplante renal depende en gran medida de la generosidad de los donantes de órganos, ya sean aquellos que realizan la donación tras su fallecimiento o los donantes vivos altruistas. A pesar de estos esfuerzos, aún persiste un número considerable de personas en lista de espera para recibir un riñón.
En este contexto, el Hospital Universitario Ramón y Cajal ha intensificado su programa de trasplante renal de donante vivo. Desde que inició su programa en 1979, se ha comprobado que este tipo de trasplante ofrece una mayor tasa de supervivencia y, a menudo, se realiza de manera anticipada, evitando que los pacientes necesiten diálisis.
El éxito de estos trasplantes radica en el trabajo en equipo de un grupo multidisciplinario que integra servicios como Coordinación de Trasplantes, Medicina Intensiva, Anestesia, Nefrología, entre muchos otros. Además, cuentan con el apoyo de servicios esenciales como los del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas y el Servicio de Urgencias Médicas de Madrid (SUMMA 112).
El Hospital Universitario Ramón y Cajal se erige así como un ejemplo de colaboración y dedicación en el ámbito del trasplante renal, buscando siempre mejorar los resultados y la calidad de vida de los pacientes.