En un esfuerzo por abordar una necesidad crítica en la atención médica de Honduras, un grupo de especialistas del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid se ha unido al personal local del Hospital Regional del Norte en San Pedro Sula para implementar un proyecto de colaboración en el campo de la urología. Esta iniciativa busca establecer una relación estable y beneficiosa entre ambos centros médicos, con el fin de mejorar el tratamiento de enfermedades urológicas complejas en la región norte del país centroamericano.
El equipo del proyecto está compuesto por el Dr. Manuel Hevia, médico adjunto experto en litiasis, endourología y cirugía mínimamente invasiva; el Dr. López Curtis, residente en su quinto año de formación; y la Dra. Fernández-Mardomingo, residente de tercer año. Juntos, los profesionales han llevado a cabo intervenciones quirúrgicas en 13 pacientes, la mayoría de los cuales presentaban estenosis uretrales complejas derivadas de fracturas pélvicas, una condición prevalente en Honduras debido a la alta incidencia de accidentes laborales y automovilísticos.
La campaña ha permitido llevar a cabo procedimientos avanzados como la uretroplastia anastomótica y, en algunos casos, la colocación de injertos de mucosa oral y prepucial. Afortunadamente, todos los pacientes han sido dados de alta sin experimentar complicaciones post-operatorias graves, lo que sugiere un impacto positivo en su calidad de vida.
El contexto detrás de esta necesidad radica en la capacidad limitada de los servicios urológicos en la capital Tegucigalpa, donde no se logra cubrir la demanda existente. En el norte del país, aunque se disponen de hospitales que realizan cirugías similares, las listas de espera son de hasta dos años, un retraso que puede agravar considerablemente las condiciones de los pacientes.
Este proyecto no solo busca mejorar el acceso a cirugía especializada, sino también contribuir a la actualización de la infraestructura y el equipamiento médico de la región, aspectos que son vitales para ofrecer atención sanitaria de calidad a una población creciente que supera los 10 millones de habitantes.
La experiencia inicial ha sido alentadora, y tanto el equipo del Hospital Mario Catarino Rivas como el del Hospital Ramón y Cajal ven el potencial de que este proyecto se sostenga a largo plazo. Esta colaboración no solo beneficiará a los pacientes de escasos recursos, sino que también fortalecerá la vinculación y el aprendizaje mutuo entre los profesionales médicos de ambas naciones. Gracias a este tipo de iniciativas, se abre la puerta a mejorar la calidad de vida de innumerables hondureños que enfrentan enfermedades urológicas sin los recursos necesarios para recibir un tratamiento adecuado.