En un mundo donde el avance médico va de la mano con la necesidad creciente de cuidados paliativos, el enfoque integral del equipo de Soporte de Cuidados Paliativos del Hospital Universitario de Móstoles destaca como un paradigma de atención personalizada y humana. Este equipo multidisciplinario no solo está conformado por médicos especialistas, sino que también cuenta con enfermería, psicología clínica, trabajo social y personal administrativo, todos ellos comprometidos en proporcionar una atención integral tanto a los pacientes como a sus familias.
Tradicionalmente asociado con pacientes oncológicos, este equipo ha diversificado su atención. Actualmente, recibe pacientes derivados de diversos servicios hospitalarios, como medicina interna, neumología, geriatría, cardiología y neurología. De hecho, el año pasado, cerca del 40% de los pacientes no eran oncológicos, reflejando un cambio significativo en la dinámica del tratamiento paliativo.
El trabajo del equipo ha sido robusto, con un registro de más de 200 interconsultas solo el año pasado. La media diaria de pacientes atendidos por el equipo es de 10, aunque esta cifra puede llegar a duplicarse. Además, el equipo gestiona más de 600 consultas externas anualmente, lo que permite una evaluación continua y flexible para ajustarse a las necesidades emergentes de cada paciente y su familia.
El enfoque «a medida» busca no solo mejorar el control de los síntomas, sino también reducir el número de ingresos hospitalarios, proporcionando un apoyo esencial para las familias. Tal dedicación ha sido reconocida con el certificado de calidad ISO 9001, que el equipo ostenta desde hace tres años.
Más allá de la atención médica, el equipo también aborda el aspecto psicológico, ayudando a los pacientes y a sus familias a enfrentar la realidad de una situación de final de vida. Según Miriam Félix, psicóloga clínica del equipo, aunque la aceptación cultural de este tipo de atención integral está en aumento, aún queda camino por recorrer. «Las familias a menudo no se atreven a enfrentar una situación de final de vida, pero aceptarla les ayuda a reducir el desasosiego y disfrutar lo máximo posible del tiempo que queda», menciona Félix.
En este contexto, se enfatiza la importancia de reconocer la gravedad de la situación para centrar los esfuerzos en vivir plenamente cada día. La aceptación, además, facilita resolver asuntos pendientes y preparar un proceso de duelo donde, a pesar de la pérdida, la presencia de la persona fallecida se mantiene viva.
El equipo de Cuidados Paliativos del Hospital Universitario de Móstoles representa, por tanto, un valioso recurso que no solo se centra en el alivio del dolor físico, sino que abarca la dimensión emocional y social de los cuidados al final de la vida. En un sistema donde el tabú sobre la muerte persiste, su trabajo supone no solo un avance médico, sino también un significativo aporte cultural y social.