Una tragedia sacudió a la comunidad de St. Catharines, en Ontario, Canadá, cuando Ashley Rynard, madre de una niña de ocho años, fue encontrada muerta tras aceptar un gesto de aparente bondad. La mujer había contactado a través de un grupo en redes sociales con una desconocida que se había ofrecido a regalarle artículos para su hija. Sin embargo, lo que parecía ser un acto de amabilidad se transformó en horror cuando las autoridades hallaron el cuerpo de Rynard en el domicilio de la donante. La policía local anunció la detención de la implicada, identificada como la presunta autora del crimen.
El caso ha conmocionado a los habitantes del área y desatado un debate sobre la seguridad en las interacciones en línea. Los investigadores están revisando las comunicaciones previas entre ambas mujeres, intentando desentrañar las motivaciones detrás del asesinato. Mientras tanto, la comunidad se ha volcado en apoyar a la familia de la víctima, organizando vigilia y recolectando donativos para el futuro de la hija. Este suceso ha generado una alerta por la necesidad de extremar precauciones en acuerdos informales surgidos en plataformas digitales, recordando a los usuarios la importancia de salvaguardar su seguridad personal en entornos virtuales.
Leer noticia completa en El Mundo.