El salón de actos del hospital se vistió de emociones y gratitud en un homenaje conmovedor dedicado a más de 80 profesionales que este año han alcanzado la jubilación. En una ceremonia cargada de reconocimiento y aplausos, la comunidad hospitalaria se reunió para rendir merecido tributo a quienes han dedicado parte de sus vidas al cuidado de los demás.
La jornada comenzó con las palabras de Susana Pont, madre de Oliver, un joven que nació en este hospital hace 18 años con una condición rara que fue diagnosticada cuando apenas era un bebé. Desde entonces, Oliver ha sido cuidado aquí cada tres semanas, lo que ha creado un vínculo profundo con el equipo que lo atiende. Durante su intervención, Pont destacó el comprometido esfuerzo de todos los profesionales, sanitarios y no sanitarios, subrayando cómo su dedicación y humanidad han aliviado la carga de su familia. «Su esfuerzo conjunto, a veces invisible pero siempre presente, ha marcado una diferencia inmensa en nuestras vidas. Cada uno, desde su rol, ha contribuido a que este hospital sea un lugar donde sentirse acompañado y cuidado», señaló, arrancando un aplauso cálido del público presente.
Después del emotivo discurso de Pont, tomó la palabra Teresa Guirado, matrona del Centro de Salud de El Soto, quien compartió su vivencia tanto como madre y profesional en el hospital. Guirado enfatizó la importancia de la asistencia de calidad, el trabajo en equipo y el trato humano, elementos que considera esenciales en momentos clave de la vida, como la maternidad.
El evento también contó con intervenciones de profesionales jubilados durante el 2024. Entre ellos, Manuela Mateos, ex directora de enfermería, compartió anécdotas y agradecimientos, seguida de Aurea Cervera, jefe de sección de Pediatría, y de Manu Poveda y Marisol, quienes representaron la dirección de gestión desde sus roles como celador y costurera, respectivamente.
De pie sobre el escenario, los jubilados, provenientes de variadas disciplinas como la medicina, la enfermería, administración y otros servicios, recibieron el reconocimiento y cariño de quienes han sido sus colegas. Hubo también tiempo para recordar momentos duros, como los vividos durante la pandemia, y para destacar la importancia del apoyo mutuo entre compañeros, tanto en el ámbito profesional como personal.
La emotiva jornada concluyó con la interpretación de «El Brindis» de la «Traviata» y el villancico «Adeste fideles», a cargo de Iván Fernández, un compañero del hospital, quien puso el broche final al homenaje con su actuación musical. Un final que dejó en los presentes un eco de agradecimiento y nostalgia, resonando el compromiso y el sacrificio que estos profesionales han entregado a lo largo de sus carreras.
