El monumento situado en la calle Téllez, 30, en Madrid, volvió a ser el epicentro de una conmovedora ceremonia en memoria de las víctimas de los atentados yihadistas del 11 de marzo de 2004. La actividad, organizada por la Junta Municipal del distrito de Retiro, contó con la participación de Andrea Levy, concejala del distrito, y otros miembros del consistorio. Junto a ellos, también estuvieron presentes representantes de los grupos políticos y de la Asociación 11M Afectados del Terrorismo.
El acto comenzó con la interpretación de una pieza musical por parte de un grupo de cuerda, que preparó el ambiente para las intervenciones que seguirían. Montserrat Soler, presidenta de la Asociación 11-M Afectados del Terrorismo, ofreció unas sentidas palabras, seguidas por el testimonio de una persona que vivió en primera persona los trágicos acontecimientos de aquel día.
Un minuto de silencio unió a todos los asistentes en un momento de reflexión y homenaje, un recordatorio del impacto que los trágicos eventos del 11 de marzo dejaron en la sociedad española. El silencio solo fue roto por el murmullo del viento, que parecía susurrar recuerdos y plegarias por las víctimas.
El evento concluyó con una emotiva ofrenda floral. Miembros de la Asociación 11M y el público presente depositaron flores en honor a cada una de las 63 víctimas cuyo recuerdo perdura en el monumento de la calle Téllez. Este gesto simbolizó una reunión de afecto y solidaridad compartida, reflejando el compromiso continuo de Madrid para no olvidar a quienes perdieron la vida aquel fatídico día.
Año tras año, la ciudad de Madrid renueva sus promesas de memoria y resistencia, mostrando que, a pesar del dolor persistente, la unión y el recuerdo son elementos fundamentales en la lucha contra el terrorismo y en favor del respeto y la paz.
