Un hombre armado se atrincheró en su vivienda del municipio ibicenco de Santa Eulària al mediodía de este viernes, pero finalmente se entregó a la Guardia Civil. El individuo, un ciudadano portugués de edad avanzada que no habla español, había amenazado con suicidarse tras un altercado con una asistente social, quien alertó a las autoridades. Al llegar los agentes, el hombre abrió la puerta apuntando con un revólver, que más tarde se confirmó que era de fogueo. Ante la situación, la Guardia Civil movilizó a un negociador desde Mallorca para intentar resolver el conflicto pacíficamente.
Tras varios intentos de comunicación, los agentes lograron establecer contacto con la nieta del hombre, quien se encontraba en Portugal. Gracias a su intervención, el atrincherado accedió a dialogar con el negociador, logrando abrir la puerta y entregarse sin resistencia. Posteriormente, fue examinado por personal sanitario y trasladado al Hospital Can Misses, donde se han solicitado medidas de tratamiento psiquiátrico y su posible ingreso en una residencia. El operativo incluyó la participación del Grupo de Reserva y Seguridad de la Guardia Civil y efectivos de la Policía Local.
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