El ex alcalde de Arganda del Rey, Guillermo Hita, utilizó la tarjeta de crédito municipal para cubrir gastos personales que no correspondían a su labor política, como la compra de libros, comidas con otros alcaldes del PSOE y asistencias a musicales. Una de las facturas más significativas detalla un gasto de 1.488 euros en una comida celebrada durante las fiestas locales, destinada a alcaldes del partido, que debería haberse gestionado como un gasto de partido en lugar de ser abonado con fondos municipales. Además, Hita empleó la tarjeta para adquirir libros personales y artículos de tecnología, entre otros, lo que subraya un patrón de conductas cuestionables en la utilización de recursos públicos.
Mientras estos gastos se acumulaban, el Ayuntamiento, bajo la administración de Hita, dejó de pagar durante tres años las facturas de luz de varias instalaciones municipales, acumulando una deuda de más de 600.000 euros. Estos impagos salieron a la luz bajo la nueva administración liderada por el actual alcalde Alberto Escribano del Partido Popular, quien además de descubrir la deuda, se enfrenta al desafío de sanear las finanzas locales. Escribano ha implementado un plan de ajuste que incluye su renuncia a cargos de confianza y una reducción de su propio salario, contrastando con la gestión de su predecesor, que cobraba el máximo permitido por ley. Este descubrimiento añade una capa de complejidad a la controversia en torno al manejo financiero del anterior gobierno, reflejando un legado administrativo que continúa afectando al municipio.
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