En un logro destacado para la calidad ambiental urbana, Madrid ha cumplido con la Directiva Europea de Calidad del Aire por segundo año consecutivo en 2022 y 2023, marcando un hito en la lucha contra la contaminación del aire. Los esfuerzos realizados bajo la Estrategia de Sostenibilidad Ambiental Madrid 360, iniciados en 2020, han dado sus frutos al reducir significativamente los niveles de dióxido de nitrógeno (NO₂) en toda la ciudad.
En Plaza Elíptica, históricamente uno de los puntos más afectados por la contaminación en Madrid, los niveles de NO₂ se han reducido drásticamente, situándose en 28 µg/m³, en comparación con los 55 µg/m³ registrados en 2019. Este descenso refleja un esfuerzo constante por mejorar la calidad del aire en la capital, destacándose una disminución promedio del 39,2 % de los valores de NO₂ en las 24 estaciones de medición instaladas a lo largo de la ciudad.
La implementación de Madrid 360 ha sido crucial en este avance. Desde su puesta en marcha, se han reducido los picos de contaminación a través de medidas como la implantación de las Líneas Cero de EMT Madrid, que promueven alternativas de transporte sostenibles. Gracias a estos esfuerzos, no se ha necesitado activar el Protocolo para episodios de contaminación por dióxido de nitrógeno desde diciembre de 2021, un signo visible de la mejora en la calidad del aire.
Esta tendencia positiva ha permitido que, durante 2024, no se activara la tarifa dinámica del Servicio de Estacionamiento Regulado (SER), un mecanismo que ajusta las tarifas de aparcamiento en función de la concentración de NO₂ y que actúa como desincentivo para el uso de vehículos contaminantes.
Los datos demuestran que, tras años de incumplimiento de los límites europeos de NO₂, la situación en Madrid ha mejorado significativamente. En 2017, 15 de las 24 estaciones superaron el umbral de 40 µg/m³, mientras que en 2018, año de un fallo condenatorio del Tribunal de Justicia europeo, todavía siete estaciones superaban el límite. En contraste, desde 2022 los niveles se han mantenido dentro de los parámetros fijados por la normativa europea.
Esta mejora tangible en la calidad del aire no solo beneficia el cumplimiento normativo, sino que también reduce riesgos para la salud de los ciudadanos, especialmente para los sectores más vulnerables como niños, ancianos y personas con problemas respiratorios.
Finalmente, la comparativa de los niveles de NO₂ entre 2019 y 2024 confirma una tendencia hacia una menor polución en la ciudad, consolidando a Madrid como un ejemplo de transformación urbana sostenible. Estos resultados son prueba del impacto positivo que pueden tener estrategias bien implementadas en la calidad de vida de los habitantes, subrayando la importancia de políticas ambientales robustas y decisivas.