Un estudiante de Formación Profesional en la Comunidad Valenciana solicitó ser evaluado en castellano, argumentando su derecho a recibir la educación en una de las lenguas cooficiales del Estado. El joven presentó un recurso ante las autoridades educativas tras ser denegada su petición inicial de realizar los exámenes en castellano, un idioma en el cual se siente más cómodo y capaz de expresar su conocimiento. La decisión de las autoridades educativas de no permitir esta práctica había sido objeto de debate, ya que la normativa regional establece la promoción del valenciano en el sistema educativo, pero también asegura el derecho de los estudiantes a ser evaluados en cualquiera de las lenguas oficiales.
El tribunal correspondiente finalmente dio la razón al estudiante, destacando que su derecho a ser evaluado en castellano está amparado por la Constitución Española, que garantiza la libertad de los ciudadanos a usar cualquiera de las lenguas oficiales. Este caso ha reavivado el debate sobre el uso de las lenguas cooficiales en el sistema educativo y la necesidad de encontrar un equilibrio que permita promover las lenguas regionales sin vulnerar los derechos individuales de los estudiantes. La resolución a favor del alumno no sólo reconoce su derecho individual, sino que también podría sentar un precedente para futuras situaciones similares en la región.
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