La situación política en el país ha entrado en una fase crítica tras la suspensión de poderes del presidente Yoon. Aunque Yoon mantendrá el título de presidente y continuará habitando la residencia oficial, todas sus funciones ejecutivas han sido congeladas en espera del veredicto del Tribunal Constitucional. Este organismo judicial será el encargado de evaluar la validez y la justificación del procedimiento de destitución, el cual ha generado gran expectativa tanto a nivel nacional como internacional. La incertidumbre en torno a la resolución final ha agitado el tablero político y ha puesto a prueba las estructuras legales y democráticas del país.
El proceso de destitución, que ha capturado la atención pública, se enmarca dentro de una serie de controversias que han rodeado al mandato de Yoon. En medio de la tensión, varios actores políticos y ciudadanos esperan que la determinación del Tribunal Constitucional arroje claridad sobre el futuro inmediato del liderazgo del país. Más allá de las implicaciones políticas, el resultado del impeachment se perfila como un evento decisivo que podría redefinir no solo el curso de la administración actual, sino también la confianza del electorado hacia las instituciones democráticas. Mientras tanto, el país se encuentra en una tensa espera, con un gobierno en funciones limitado y en medio de crecientes especulaciones sobre los posibles escenarios posteriores.
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