El 8 de marzo, los embalses de la región alcanzaron un hito histórico al registrar una aportación media de 693,5 metros cúbicos, marcando la cifra más alta jamás documentada. Este fenómeno se debe a varios factores, entre ellos las lluvias abundantes de las últimas semanas y las políticas de gestión hídrica implementadas por las autoridades locales. El incremento en la capacidad de los embalses no solo garantiza el abastecimiento de agua para los próximos meses, sino que también genera un impacto positivo en la generación de energía hidroeléctrica y en el desarrollo de actividades agrícolas en la región.
Las autoridades han destacado la importancia de estas cifras en el contexto actual de cambio climático, subrayando la necesidad de continuar con estrategias que promuevan el uso sostenible de los recursos hídricos. Mientras tanto, los expertos advierten sobre la necesidad de mantener prácticas responsables en el consumo de agua para evitar futuros problemas de escasez. Este récord refleja también un avance en la infraestructura relacionada con la gestión del agua, así como en la colaboración entre las distintas entidades responsables de su manejo y distribución.
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