Catorce voces, cada una con su historia de lucha y superación, protagonizan el nuevo Calendario 2025 de la Fundación Adecco, una muestra palpable del esfuerzo continuo por integrar a las personas con discapacidad en el ámbito laboral. Este ambicioso proyecto nace con el respaldo de 44 empresas comprometidas y se erige como un llamado a la reflexión y a la acción en pro de una sociedad verdaderamente inclusiva.
El propósito es claro: visibilizar las historias de aquellos que, con valentía y perseverancia, se enfrentan diariamente a un mundo lleno de retos. El calendario busca ser más que una simple colección de meses; es una ventana a la vida de estas personas, un recorrido que comienza cuando firman su primer contrato laboral y traza un camino hacia la plena integración.
El 2025 comienza con una urgente necesidad de abordar las disparidades en la inclusión laboral de las personas con discapacidad. Aunque los últimos años han visto avances significativos, manifestados en cifras récord de contratación, aún queda un camino extenso por recorrer. Actualmente, un preocupante 64,5% de las personas con discapacidad en edad laboral no cuenta con empleo ni lo busca, atrapadas en un ciclo de obstáculos estructurales que complican su acceso al mercado de trabajo. Este escenario se agrava con su prevaleciente empleo en Centros Especiales de Empleo y su subrepresentación en empresas ordinarias.
Bajo el lema ‘La aventura de la inclusión’, la Fundación Adecco no sólo busca inspirar, sino también cambiar paradigmas. Francisco Mesonero, director general de la Fundación, enfatiza que este proyecto quiere retratar la inclusión laboral como un viaje lleno de desafíos. Cada historia es una prueba de que la inclusión es una gran aventura donde cada paso cuenta gracias al esfuerzo colaborativo y a la creación de entornos de trabajo más inclusivos.
Los protagonistas del calendario presentan una amplia gama de discapacidades, desde físicas hasta intelectuales y sensoriales. Sus relatos son más que testimonios de superación; son un llamado a derribar mitos y prejuicios que dificultan la inclusión. Entre los nombres que emergen con fuerza se encuentran Irene, Ángel, Omar, Daniel y Ana. Ellos, junto a los embajadores de la Fundación, Lydia Sempere, Maria Petit y Edu Carrera, cada uno con una trayectoria personal de superación, representan la diversidad y el potencial intrínseco al talento humano.
Esta iniciativa cuenta con el respaldo de empresas que, reconociendo la importancia de las estrategias de diversidad, están dispuestas a transformarlas en acciones concretas que promuevan el empleo inclusivo. Este esfuerzo colectivo no solo es un paso hacia adelante; constituye un compromiso hacia un futuro en el que la discapacidad no sea una barrera, sino una característica que enriquece y diversifica la fuerza laboral.