Las hipotecas a tipo mixto están ganando terreno como una alternativa atractiva en 2024, especialmente entre los compradores de vivienda que buscan un equilibrio entre la estabilidad de las hipotecas fijas y la flexibilidad de las variables. Este tipo de préstamos se caracteriza por ofrecer un período inicial con un tipo de interés fijo, lo que garantiza mayor previsibilidad en los pagos durante los primeros años. Posteriormente, el régimen transiciona a un interés variable que se ajusta de acuerdo al euríbor, permitiendo así a los prestatarios adaptarse a las fluctuaciones del mercado.
En septiembre de 2024, las condiciones de las hipotecas mixtas más competitivas ofrecen un interés fijo inicial que varía entre el 1,79% y el 2,10% durante los primeros años del préstamo. Este período de interés fijo proporciona una capa de protección ante posibles aumentos del euríbor, asegurando estabilidad financiera en la fase inicial del préstamo. Una vez finalizado este período, el préstamo cambia a un tipo de interés variable determinado por el euríbor, con márgenes que oscilan entre el +0,50% y el +0,70%.
Entre las opciones más atractivas del momento destacan la HipotecON Mixta de Cajamar, que ofrece un Tipo de Interés Nominal (TIN) del 1,79% durante los primeros cinco años, y la Hipoteca Mixta de Ibercaja, que comienza con un TIN del 2,10%. Ambas alternativas están diseñadas para adaptarse a plazos de amortización de hasta 30 años y, tras el período a tipo fijo, presentan condiciones de interés variable competitivas.
Optar por una hipoteca mixta se perfila como una solución ideal para quienes desean mitigar el riesgo asociado a la volatilidad del euríbor sin renunciar a la posibilidad de beneficiarse de una reducción en los tipos de interés a largo plazo. No obstante, es crucial evaluar detenidamente el plazo del interés fijo, el formato de revisión del tipo variable y las posibles comisiones antes de tomar una decisión, ya que estos elementos pueden influir significativamente en el costo total del préstamo.
En un contexto donde la previsibilidad económica es cada vez más valorada, las hipotecas a tipo mixto parecen consolidarse como una opción estratégica para aquellos que buscan lo mejor de ambos mundos: la estabilidad de los primeros años y la flexibilidad adaptativa del largo plazo.