Horas antes de las negociaciones entre Israel y Hamás en El Cairo, se desató el mayor intercambio de fuego en dos décadas en Oriente Próximo. La aviación israelí lanzó un «ataque preventivo» en Líbano a las 05.00 horas, seguido de la respuesta de Hezbolá con 320 cohetes y drones. Israel declaró el estado de emergencia y tomó medidas restrictivas en Tel Aviv. Tras dos horas de ofensivas, Hezbolá puso fin a la primera fase de su represalia. El aeropuerto Ben Gurión reabrió su espacio aéreo, mientras el de Beirut opera con normalidad. La escalada en violencia sigue a tensiones crecientes y ataques previos que dejaron un saldo de 40.000 muertos en Gaza y 12 menores asesinados en los Altos del Golán.
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