Varios aparatos de ‘walkie talkies’ han explotado este miércoles en diversas zonas controladas por el grupo chií libanés Hizbulá, en el Líbano, continuando la violencia desatada tras la explosión de ‘buscas’ el día anterior. Uno de los incidentes se produjo cerca de un funeral organizado por Hizbulá, resultando en la muerte de tres personas en la región de Bekaa, mientras que en el sur de Beirut también se registraron explosiones. La ola de violencia sigue al ataque del martes, que dejó 12 muertos y cerca de 3.000 heridos, incluyendo combatientes de Hizbulá y el embajador iraní en Beirut.
El ataque del martes ha generado una significativa amenaza para la seguridad del grupo paramilitar chií y ha alimentado especulaciones sobre una posible operación israelí a gran escala, con el riesgo de la implicación de Irán. En represalia, Hizbulá declaró haber lanzado cohetes contra posiciones de artillería israelíes, un hecho que Israel no ha confirmado ni desmentido. Esta escalada de tensiones aumenta la posibilidad de un conflicto abierto entre Israel y Hizbulá, con la potencial participación de Estados Unidos, en un momento crítico a menos de dos meses de las elecciones presidenciales en ese país.
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